El coaching es un  proceso de  aprendizaje entre dos a más  personas, donde siempre se  conversa para  alcanzar  resultados, en  algunos casos extra-ordinarios y muchas veces  insólitos. Cuando hablamos de resultados extraordinarios o insólitos, no nos referimos a cosas extrañas como viajar a la luna o ser presidente de una nación, sino a cosas que superan lo común de la cotidianidad, a resultados que para quien lo vive son importante. Se trata de ese resultado al que no se veía posible alcanzar, ya sea en el ámbito de una relación interpersonal, al logro de un objetivo laboral, o a cualquier dominio de nuestra vida.

El coaching es una disciplina que sirve para lograr cosas que antes no estábamos pudiendo lograr. Nos permite darnos cuenta de cómo a través de nuestros propios pensamientos o discursos, somos constructores de la realidad que tenemos en el presente, y cómo cambiando esos pensamientos o narrativas, podemos hacer cosas distintas y crear una nueva realidad deseada. Hacer coaching, es hacernos responsables de nuestra propia posibilidad de CREAR.

Celia Cambiaso de Nealon (Coach Profesional)

Hacer coaching o tener conversaciones de coaching individuales o de equipo, es una manera rápida y pragmática de encontrar qué es lo que está obstaculizando algún aspecto de nuestra vida.

Sirve para poder observar qué debo/puedo cambiar, o aprender a hacer diferente, para obtener los resultados deseados, en cualquier ámbito de la vida.

La práctica de el coaching permite reflexionar sobre lo que pensamos acerca de lo que nos ocurre, o lo que decimos que es un problema para nosotros, y construir nuevas maneras de mirar que antes no teníamos, poder realizar acciones distintas de las que veníamos haciendo y consecuentemente obtener resultados diferentes.

Con muchos años de experiencia en el “mundo coaching”, puedo afirmar que EL COACHING es una manera diferente de abordar los conflictos o los temas que originan nuestras preocupaciones. El coaching es una práctica que mejora nuestra calidad de vida, tanto en lo personal, como en lo familiar, como en lo social, como en lo laboral.

Viviana Vogliano (Máster Coach)

Un coach acompaña a quien lo consulta, a descubrir qué es lo que está trabando aquello que quiere mejorar.

El modo en que lo acompaña, es a través de preguntas que llevan a la reflexión y que impulsan el descubrimiento de las conversaciones que limitan, que frenan, que perturban, que incomodan.

El coach posee una batería de herramientas o distinciones que lo habilitan a escuchar qué conversaciones está teniendo el consultante consigo mismo o con otros, que impiden obtener el estado deseado o le generan inquietud.

El coach acompaña a la persona que lo consulta, al que llamamos “coachee”, a que encuentre por sí mismo su sabiduría interior. Contribuye al desarrollo de las personas (o al desarrollo de los equipos) para que logren reconocer su potencial, identificar sus creencias, organizar sus valores y mejorar su bienestar.

Puede ser coach, todo aquel que sienta pasión por las relaciones interpersonales, el trabajo en equipo, el acompañamiento y el desarrollo de sí mismo y de otros seres humanos.

Abordar el aprendizaje de las herramientas/distinciones que propone el COACHING, no sólo habilita a ser coaches como ejercicio de una profesión con una fuerte vocación por la evolución humana, sino que además se constituye en una actitud de vida para mejorar nuestro entorno, para liderar equipos de los que formamos parte, para ser un líder coach, un entrenador, un coordinador, un mentor, un creador de proyectos propios y de otros o para otros.

Dado que el coaching se relaciona con el liderazgo personal o laboral, esto habilita a un coach a poder aplicarlo en diferentes áreas de la vida y en diversos contextos sociales.

Puede aplicarse coaching o realizar conversaciones de coaching con:

• Temas personales, relaciones familiares o interpersonales.
• Con equipos de instituciones, grupos específicos u organizaciones de diferentes tipos.
• Con organismos educativos y/o espacios de formación y capacitación.
• Con deportistas o con equipos deportivos.
• Con grupos de padres, con padres de personas con capacidades diferentes.
• Con cambios de hábitos decualqueir tipo.
• Con crisis generacionales, organizacionales, culturales, sociales.

Si yo aprendo a auto observarme, a darme cuenta que con lo que pienso y hago, soy el que crea la vida que tiene en cuanto a que la construyo con mi manera de observar lo que me ocurre, diríamos que esa es una manera de autoconocimiento, ya que para lograrlo, debo poner el foco en mí, en lo que pienso, en los cuentos que me cuento, en las acciones que realizo y en las consecuencias que las mismas tienen o han tenido en la vida que tengo hoy, y en las posibilidades que tengo de construir algo distinto.

Usualmente, el camino de autoconocimiento se transita con lectura y reflexiones personales. En este sentido, el gran aporte del coaching al autoconocimiento es sumar a ese recorrido personal, las “distinciones” que posee un coach para realizar preguntas que la persona sola no se preguntaría. Esa observación y escucha generosa, acelera el autoconocimiento impulsándolo desde un punto de vista diferente.

El coaching y la psicología son disciplinas complementarias. Son abordajes diferentes, con objetivos distintos.  A diferencia de la psicología, el coaching no es una psicoterapia, sino que trabaja con personas mentalmente sanas que desean lograr objetivos que no están pudiendo alcanzar.  El coaching no interpreta situaciones, no busca o indaga para saber “por qué” la persona hace tal o cual cosa, sino que se enfoca en qué quiere la persona que suceda y cómo quiere que suceda lo que elige para su vida. El coaching considera a las personas como seres creativos, con los recursos necesarios para encontrar por sí mismas las respuestas a sus inquietudes. Por ello el coach no interpreta ni aconseja, sino que realiza preguntas que acompañen al consultante a encontrar sus objetivos en su propia creatividad.

Cuando hablamos de liderazgo personal, desde el coaching, nos referimos a la capacidad que podemos desarrollar para liderar nuestra propia vida. Cuando hablamos de liderar nuestra propia vida, nos referimos a poder gestionar nuestras emociones, observar nuestras creencias limitantes, prestar atención a nuestra corporalidad, darnos cuenta de la importancia de nuestros pensamientos o conversaciones con nosotros mismos.

En el caso del liderazgo profesional, hacemos referencia a desarrollar competencias para poder liderar equipos de trabajo. Un líder de equipos requiere incorporar competencias como saber escuchar, indagar, gestionar sus propias emociones, poseer capacidad para delegar y basar su liderazgo en la confianza y no en el control. El coaching provee las herramientas y conocimientos necesarios para lograr dichos objetivos.

Primero somos personas, individuos interactuando con otros, en nuestras familias, con nuestras parejas, con nuestros vecinos, dentro de distintos equipos, en organizaciones. Si aprendemos a liderarnos a nosotros mismos, responsabilizándonos de nuestras acciones, reconociendo y administrando nuestras emociones, y registrando que nuestros haceres y decires influyen en otros, podemos entrenar la capacidad de liderar eficientemente los equipos que componen el sistema al cual pertenecemos.

Elegir una escuela con programas avalados por las instituciones que regulan y velan por el desarrollo integral y ético de la profesión, garantiza un aprendizaje basado en el aporte de experiencias organizadas con un marco teórico y filosófico que dan la seguridad de poseer los contenidos esenciales para una formación consistente y acorde a los estándares de calidad requeridos para el trabajo con personas.